Jamón durante el embarazo

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Vamos a tratar un tema relacionado con el jamón que suscita controversia y  cuanto menos es confuso. El embarazo y el jamón. La toxoplasmosis es una enfermedad que puede producirse si no se cuidan los productos que se ingieren. Por eso hoy vamos a explicar cómo comer jamón sin riesgos.

 Una de las consultas alimentarias de las madres gestantes en España es sobre la ingesta o no de jamón serrano. Su consumo se relaciona desde hace años con la toxoplasmosis, una enfermedad producida por un parásito llamado Toxoplasma gondii, que preocupa a las embarazadas, ya que puede dañar al feto e incluso provocar su muerte si se infectan con él.

 En realidad, la toxoplasmosis tiene sintomatología cero o es muy escasa.  Podemos contraerla en cualquier momento de nuestra vida al comer carne cruda o poco cocinada que esté infectada (se incluye los embutidos y el jamón). Así mismo, se contrae si bebes agua contaminada, comes fruta o verdura fresca contaminada, tocas tierra contaminada o manejas la arena de la caja de un gato (heces)

El problema radica en el embarazo, porque si se contrae la enfermedad puede ser muy grave si se transmite al feto.

Una de las opciones recomendada que nos daban era congelar el jamón ya que el parásito de la toxoplasmosis no aguanta temperaturas de 20 ºC bajo cero durante 2 días o de 10ºC bajo cero durante 3 días. Opción complicada y enrevesada.

Pero lo ideal es comer sin tener que manipular y complicarnos la vida, y en ese aspecto, tenemos muy buenas noticias.

 Recientes estudios han evidenciado que a partir de los 18 meses de maduración del jamón, la toxoplasmosis pierde su acción y por lo tanto, el jamón con al menos 18 meses de curación, asegura la no supervivencia del parásito. De ahí, la enorme importancia de del etiquetado del producto  y que se refleje en él el tiempo de curación.

Igualmente, desde la Sociedad Española de Ginecología hace tiempo que se afirma que las embarazadas pueden comer jamón siempre cuando haya pasado la cadena de producción sanitaria contrastada. Son muchos los beneficios de este producto y los minerales y vitaminas que aporta a la dieta humana. Con más razón en el caso de una mujer embarazada que necesita cuidar al máximo su alimentación.

Por tanto, nuestra recomendación es que adquieras siempre el jamón en un sitio de confianza, de una marca de confianza, que ha sido adecuadamente salado, a unas temperaturas adecuadas y con un tiempo de curación elevado.