Francia compra más jamón nuestro que ningún otro país del mundo. No hay que olvidar a la hora de vender, la ventaja de nuestra cercanía física y cultural. Son casi 11 millones de kilos los que importan cada año. Son también los franceses muy exigentes en cuanto a la calidad.
Alemania Con unos 12 millones de kilos anuales es más importador del jamón en sobres y ya cortado. Es un mercado principalmente de precio y en menor medida de calidad, son menos gourmet, por decirlo de alguna manera, pero muy amantes del cerdo y todos sus derivados. No podrían por lo tanto más remedio que apreciar nuestro maravilloso producto.
Portugal está en el tercer lugar con más de 4 millones de kg que reciben de España, seguido de Italia que posee el cuarto lugar con más de 3 millones de kg de jamón dentro de la UE.
Hay que tener en cuenta que en todos estos países hay productos locales y su propia forma de elaborar el jamón, por lo que aún tienen más valor este cariño y preferencia por nuestra joya gastronómica.
A continuación en esta lista tenemos a Reino Unido y Bélgica, Holanda o Suecia.
En cuanto a otros continentes, Estados Unidos es uno de los países con más demanda de nuestros jamones. El volumen de exportación de jamón a Estados Unidos no ha dejado de crecer, a pesar incluso de que dos españoles comenzaron a elaborar ibérico en Texas hace ya más de 4 años.
Y en la parte sur del continente americano Chile y Venezuela son también mercados al alza en el consumo de jamón español.
La gran sorpresa en cuanto a diferencia de cultura es el aprecio que tienen por el jamón países como China o Japón. Alrededor de 150 mil toneladas de jamón llegan anualmente al gigante asiático, ya que, a pesar de ser China el mayor productor mundial de cerdo, no llega a cubrir su enorme demanda. También el auge de su economía y el aumento de grandes fortunas hacen que se demande un jamón español.
Japón es el quinto destino mundial de las exportaciones de porcino español. Amantes de la cultura española, los nipones importan el jamón de la mejor calidad sin importar en algunos casos el precio si el producto responde a los estándares de calidad que reclaman.
No se puede pedir más, ser buenos y que nos aprecien así que esto no ha hecho más que empezar. ¡El resto del mundo nos aguarda!